¿Quién debe proteger a los adolescentes en internet?
En muchos países se ha abierto un debate sobre hasta qué punto internet debe ser regulado por las autoridades para proteger a los jóvenes.
«No hay suficiente seguridad en la red», dijo Andrea, la madre de Ashleigh Hall, una joven británica de 17 años que fue asesinada, en 2009, por un hombre que se hizo pasar por un adolescente en Facebook.
«Si hay algún tipo de protección está enfocada en menores de 16 años. Pero ¿se podría mantener para los mayores de 16 años?», reflexionó la madre.
Sin embargo, no todos concuerdan con que las medidas de seguridad en la red deben provenir de la misma red.
«Yo creo que el concepto de protección en internet es un concepto que proviene de una generación que tiene miedo a lo desconocido, que realmente cree que internet es un lugar muy peligroso», le dijo a BBC Mundo, Enrique Dans, profesor de Sistemas de Información de Business School de Madrid.
«Una vida en internet no está exenta de peligros como tampoco lo está salir a la calle o entrar a un barrio determinado».
Los jóvenes, asegura el experto, necesitan el mismo sistema de referencia que tuvieron cuando les enseñaron a cruzar una calle, a no recibir dulces de extraños o a no hablar con desconocidos.
Brecha generacional
Pero la realidad es distinta, no todos los padres están familiarizados con el manejo de internet y las implicaciones de las redes sociales.
«Los niños y los jóvenes son realmente huérfanos digitales. Carecen de una figura que les pueda explicar cuando algo es peligroso o cuando hay una amenaza contra su privacidad», indicó Dans.
Esta opinión la comparte Nancy Lizcano, una psicóloga y educadora colombiana que tiene dos hijos adolescentes.
«Muchos padres no hemos tenido la información sobre los riesgos de internet. La mayoría, yo diría 75% de los padres, ve internet como algo todavía novedoso y complicado. Los adolescentes nos ganan. Ellos han desarrollado tremendas habilidades para desenvolverse en ese ambiente».
Esa brecha generacional provoca que muchos padres no tengan la misma capacidad para proteger a sus hijos y para detectar una situación de peligro.
Para Dans no se trata de un problema de la tecnología per se.
«Hemos aprendido a usar una tecnología que es bastante amigable y fácil, pero nos falta muchísimo desarrollo en los usos sociales de esa tecnología»
Usar una red social es, aparentemente, demasiado sencillo, pero en la práctica es muy complicado ponerle límites a lo que se publica.
«Alrededor del 70% de los millones de usuarios de las redes sociales nunca cambian sus opciones de privacidad (…) No nos hemos detenido a pensar que no es inteligente, dentro de Facebook o dentro de una red social, compartir todo con todo el mundo», señaló el especialista en Sistemas de Información.
Soluciones
Algunos expertos y padres, como la madre de Ashleigh Hall, exhortan a que haya mayor vigilancia de las autoridades y a que se actualicen las legislaciones de cara a la revolución de internet.
Sin embargo, no todos están de acuerdo.
«No creo demasiado en el intervencionismo, creo que internet están bien regulado con las mismas leyes que rigen fuera de internet», señaló Dans.
Tanto para Dans como para Lizcano, la web no puede ser satanizada, pues si se les dice que internet es peligrosísimo no van a aceptar ninguna protección.
«La motivación de estar en internet es muy grande. No se les puede quitar internet», indicó Lizcano.
«Ni la policía, ni el sistema educativo, ni los padres estamos en el nivel informativo para prever los riesgos de internet para los adolescentes».
El reto, asegura la psicóloga, es que los padres, maestros y policías entren en un contacto más empático con los jóvenes.
Pero las recomendaciones no sólo van a los padres, sino a los adolescentes.
«En cuanto se sientan incómodos, acosados, deben dejar de usar internet y comentárselo a alguien que les pueda servir de referencia». Nada los obliga a mantenerse conectados, dijo Dans.
De acuerdo con el experto, la mejor forma de proteger a los adolescentes en internet es exponiéndolos cada vez más a la web, asesorándolos con respecto al contenido que encuentran en ella y haciéndolos sentir más seguros y en confianza para que compartan sus inquietudes.
Fuente: BBC Mundo